Almendros en flor blanca sin enfermedades

Monilia en almendro: síntomas, prevención y tratamiento

Inggeo
Inggeo

Qué es la monilia y cómo afecta al almendro

La monilia, también conocida como podredumbre parda, es una enfermedad fúngica causada por hongos del género Monilinia, principalmente Monilinia laxa, M. fructigena y M. fructicola. Es una de las enfermedades de los almendros que los afecta gravemente, causando pérdidas significativas en la producción.

Almendros con almendra cuajada y buena salud

Síntomas de la monilia en el almendro

  1. Flores y brotes: La infección se manifiesta inicialmente en las flores durante la floración (el mejor momento para aplicar oxicloruro de cobre), causando desecación y muerte de las mismas, que permanecen adheridas a las ramas.
  2. Hojas y brotes: Posteriormente, las hojas y brotes afectados presentan áreas pardas y deprimidas, con chancros en las ramas y exudación de goma.
  3. Frutos: Los frutos infectados se vuelven negros, se arrugan, se secan y quedan momificados, sirviendo como fuente de inóculo para futuras infecciones.

Condiciones favorables para el desarrollo de enfermedades fúngicas

La monilia o moniliosis se desarrolla en condiciones de alta humedad y temperaturas moderadas (entre 10 y 20ºC). Los conidios del hongo se dispersan por el viento y la lluvia, infectando rápidamente las nuevas partes del árbol bajo estas condiciones​.

Medidas preventivas y culturales

  1. Eliminación de fuentes de inóculo: Es esencial retirar y destruir frutos momificados, brotes y ramas afectadas para prevenir la propagación del hongo.
  2. Poda adecuada: Realizar podas que favorezcan la aireación y reduzcan la humedad en el interior de la copa de los árboles frutales. Las herramientas de poda deben desinfectarse para evitar la propagación del hongo​.
  3. Manejo del riego: Evitar el encharcamiento y mejorar la aireación del suelo, ya que el exceso de humedad favorece el desarrollo de la monilia en almendro.

Tratamientos fitosanitarios

  1. Antes de la floración: Aplicar fungicidas de contacto con oxicloruro de cobre.
  2. Durante la floración: Utilizar fungicidas como Folpet o Maccozeb para reducir la posibilidad de infección en las flores.
  3. Después de la caída de pétalos: Fungicidas como Captan o Tiram pueden ser aplicados para proteger los frutos en desarrollo​.

Variedades resistentes

Elegir variedades de almendro menos susceptibles a la monilia es una estrategia importante. Algunas variedades como Marinada, Vairo y Penta son menos sensibles a esta y otras enfermedades del almendro, mientras que otras como Guara presentan una alta sensibilidad​.

Estrategias de control en agricultura ecológica

En la agricultura ecológica, el uso de fungicidas biológicos para almendros, como los basados en Bacillus subtilis, ha ganado popularidad por su eficacia y seguridad para el medio ambiente. Un ejemplo destacado es Amylo-x® WG, que ha demostrado ser un tratamiento muy efectivo en el control de la monilia en almendro.

Este tipo de producto es especialmente importante durante la fase de flores abiertas, ya que es en este momento cuando el hongo penetra en las plantas, comenzando a infectar los brotes y yemas, así como los tallos y frutos.

Las altas temperaturas también juegan un papel importante en el desarrollo de la monilia en almendro
Ya que el hongo puede propagarse rápidamente en condiciones de calor extremo si no se toman las medidas adecuadas. Sin embargo, las temperaturas suaves y los inviernos húmedos aumentan la alta sensibilidad de los almendros a la infección, especialmente si en los años anteriores la enfermedad ya había afectado la plantación.

La monilia laxa, que afecta principalmente a los almendros, se desarrolla cuando las temperaturas suaves y la humedad favorecen la formación del micelio del hongo. Este hongo afecta no solo a las flores brotes sino también a las nuevas flores que aparecen durante el desarrollo del cultivo.

A medida que avanza la enfermedad, es común observar la aparición de chancros en los tallos y los frutos, así como la mancha ocre en las hojas, que es un signo visible de la infección.

El uso de un fungicida biológico no solo ayuda a controlar la monilia, sino que también es una solución preventiva frente a la aparición de chancros y otros problemas que pueden surgir en estos árboles frutales.

Es importante complementar este tipo de tratamiento con otros productos específicos que se adapten a las necesidades de cada cultivo, ya que esto mejora la eficacia del control y reduce el riesgo de que el hongo cause daños irreversibles.

Aprende a prevenir y combatir la moniliosis

Para prevenir y combatir esta enfermedad, los agricultores deben realizar un monitoreo constante de sus plantas, especialmente en periodos de humedad elevada. El exceso de agua favorece la aparición del micelio del hongo, que puede infectar las flores, ramas y frutos.

Es fundamental detectar las primeras heridas o manchas en la planta, ya que estas son signos iniciales de la presencia del patógeno. La acción inmediata es clave para evitar que el micelio se propague. En este sentido, utilizar productos fitosanitarios de alta eficacia ayuda a eliminar el hongo antes de que cause un daño irreparable.

Esta enfermedad fúngica no solo afecta a nuestros melocotoneros
La monilia en almendro es una enfermedad que afecta a varios cultivos, como el almendro, el melocotonero y, en algunos casos, el pistacho. Para

Además, es importante tener un catálogo de productos de referencia para elegir el más adecuado según el cultivo. En muchos casos, aplicar un tratamiento específico para cada tipo de hongo puede marcar la diferencia en los resultados. También es crucial contar con información sobre otros factores que puedan influir en el desarrollo de la enfermedad, como el manejo del riego y la calidad de la savia.

De esta forma, los agricultores pueden detectar la enfermedad a tiempo y aplicar las mejores medidas para prevenir y combatir la monilia en almendro, asegurando la salud de sus cultivos.

¿Necesitas ayuda con la monilia?

La moniliosis o monilia es una enfermedad del almendro que requiere una combinación de prácticas culturales, preventivas y tratamientos fitosanitarios para su control efectivo.

La elección de variedades resistentes, una adecuada gestión del riego y la poda, así como la aplicación oportuna de fungicidas, son claves para minimizar los daños y asegurar una producción saludable.

Conte en contacto para ayudarte a solucionar el problema